“Los indios y los gauchos realizaron un gran parlamento en el Médano Colorado, donde quedó resuelto el asalto a Mercedes”. La noticia de la invasión corrió como un reguero de pólvora, provocando terrible pánico entre los habitantes de la villa.
El Coronel Iseas, Jefe de la Guarnición y del Regimiento del 4º de Caballería, adoptó las medidas de defensa indicada por las circunstancias, distribuyendo convenientemente los soldados. El casco principal del pueblo había sido atrincherado con una fuerte empalizada defendida por los vecinos, muchos de ellos extranjeros que tenían la consigna de concentrarse en ese reducto al primer toque de alarma.
Entre esos vecinos figuraba don Santiago Betbeder, hombre sereno y esforzado, nacido en Villanave (Francia), el 21 de abril de 1823; que después de haber actuado en la Guerra de Crimea como Sargento Mayor del 94º Regimiento de Infantería se había radicado en el país. Betbeder, armado de su magnífica escopeta, una de las pocas armas de fuego que tenían los defensores, corrió a la trinchera ocupando juntamente con otros vecinos el punto que constituye el ángulo sudoeste de las actuales calles Balcarce y Riobamba.
Los asaltantes se habían distribuido en tres columnas, una de ellas guiada por el gaucho Gallardo encabezado por el famoso montonero Puebla que blandía una larga lanza, se dirigió por el centro de la población llegando hasta el punto donde Betbeder y sus compañeros estaban apostados en una heroica resistencia.
El famoso montonero advirtió la presencia de Betbeder y le hizo esta amenaza:
“¡No vas a tirar gringo!” Dos veces no vas tirar gringo. Pero el gringo tiró nomás, habiendo hecho cuidadosa puntería en la cabeza del gaucho, que quedó mortalmente destrozada por el primer disparo.
Fue un tiro de provecho. Puebla abrazado al cuello de su caballo apenas alcanzó a alejarse pocos metros, para rodar exánime.
Caído Puebla, Betbeder y sus compañeros hicieron disparos hasta que la horda privada de su jefe remolinea sin dirección y en confuso tropel huyen al desierto. Iseas hizo reconocer debidamente el cadáver del montonero y el mismo
día se dirigió al General Paunero dándole cuenta oficial del hecho por la siguiente nota.
“El Coronel Jefe del Regimiento Nº 4 de Caballería de Línea de Villa Mercedes, enero 21 de 1864”.
“El señor Inspector y Comandante General de Armas de la República, General don Wenceslao Paunero”.
“Tengo el honor de poner en conocimiento de su Señoría como se lo aviso en mi nota de ayer de las 12 de la noche, que esta madrugada he sido avanzado por un número considerable de indios, que no bajaron de a 800, pues según los partes recibidos por las partidas descubridoras, venían en tres divisiones, llegando su audacia hasta venirse a las trincheras, pero viendo que en el ataque que hicieron a una de las trincheras, guardada por vecinos extranjeros, quedó muerto el salteador Puebla que los capitaneaba, se retiraron dos horas después de repetidos ataques…”.
Dios guarde a V.E.
José Iseas.
Referencias:
1.- Laureano Landaburu, “Episodios Puntanos”, año 1949.
2.- “Álbum del Centenario”, publicación oficial, año 1957.