Los que fabrican ídolos no valen nada; inútiles son sus obras más preciadas. Para su propia vergüenza, sus propios testigos no ven ni conocen. ¿Quién modela un dios o funde un ídolo, que no le sirve para nada? Todos sus devotos quedarán avergonzados; ¡simples mortales son los artesanos! Que todos se reúnan y comparezcan; ¡aterrados y avergonzados quedarán todos ellos!
El herrero toma una herramienta, y con ella trabaja sobre las brasas;
con martillo modela un ídolo, con la fuerza de su brazo lo forja. Siente hambre, y pierde las fuerzas; no bebe agua, y desfallece. El carpintero mide con un cordel, hace un boceto con un estilete, lo trabaja con el escoplo y lo traza con el compás. Le da forma humana; le imprime la belleza de un ser humano, para que habite en un santuario. Derriba los cedros, y escoge un ciprés o un roble, y lo deja crecer entre los árboles del bosque; o planta un pino, que la lluvia hace crecer.
Al hombre le sirve de combustible, y toma una parte para calentarse; enciende un fuego y hornea pan. Pero también labra un dios y lo adora; hace un ídolo y se postra ante él. La mitad de la madera la quema en el fuego, sobre esa mitad prepara su comida; asa la carne y se sacia. También se calienta y dice: «¡Ah! Ya voy entrando en calor, mientras contemplo las llamas». Con el resto hace un dios, su ídolo; se postra ante él y lo adora. Y suplicante le dice: “Sálvame, pues tú eres mi dios”
No saben nada, no entienden nada; sus ojos están velados, y no ven; su mente está cerrada, y no entienden. Les falta conocimiento y entendimiento. Usan la mitad para combustible; incluso hornean pan sobre las brasas,
asan carne y la comen. Y hará algo abominable con lo que queda, Se postrará ante un pedazo de madera. Se alimentan de cenizas, se dejan engañar por su iluso corazón, no pueden salvarse a sí mismos, ni decir: ¡Lo que tengo en mi diestra es una mentira!.
Recuerda estas cosas, Dios te formó, EL no te olvidará, Ha disipado tus transgresiones como el rocío, y tus pecados como la bruma de la mañana. Vuélvete a EL, que te ha redimido, arrepiéntete de tus pecados, EL es fiel y justo para perdonarte, ve y no peques más. Y si Dios lo dice, no se dice más…