Jueves, 28 Marzo 2024

San Luis ¿con o sin Peronismo?

Publicado el Lunes, 23 Mayo 2022 20:47 Escrito por

En un mundo plano, “al llegar al borde del mundo, los viejos cartógrafos solían escribir: Más allá hay dragones”

(Berkeley Cole, en Memorias de África, de Isak Dinesen)

Pensar el Peronismo en San Luis como popular, progresista, amplio e inclusivo, pero sin su actual dirigencia política, sólo como Movimiento o a través de un Movimiento, y no contar más, con el Partido Justicialista ¿no sería llegar al borde del mundo? ¿Qué dragones encontraríamos? ¿Habría otro continente?

Una de las razones, que el Peronismo provincial no está en condiciones de recuperar la Política; menos con un Partido Justicialista vaciado de vocación popular hundiéndose en una ciénaga conservadora y burocrática, porque sigue sin aprender de las derrotas. El Gobierno que conduce alimenta el inmovilismo de una Economía que no progresa y sigue sin escuchar el clamor de la gente que vive al límite, y aún más, viendo esta realidad, la niega.

La Justicia Social declamada, sin participación, no es más que pura demagogia continuista. La propaganda de grandes obras públicas no significa desarrollo autosustentable. Lo lamentable que tampoco se utiliza como recurso histórico para generar trabajo en la crisis, ya que al no dar empleo ni de comer, no sirve. Salvo que a ella incorporen masiva y prioritariamente a la gente sin trabajo, del Plan, con menos palabras y más sensibilidad; salvo que se generen medios productivos, manufactureros y tecnológicos estatales que no sería la primera Provincia que lo haga; salvo que se instalen Comedores gratuitos estatales y de calidad -por la emergencia alimentaria- hasta Supermercados Públicos, y se garanticen mercados directos del productor al consumidor, con precios accesibles y populares. Se crearía trabajo genuino local atendiendo necesidades inmediatas. Cuando hay condiciones, ¿por qué falta voluntad política?

Necesitamos un Plan de Gobierno Provincial sustentable en seguridad social y economía, pero en función de la gente, no en una “equilibrada” administración solo pública también declamada que no se nota. Una economía provincial que vaya más allá de la coparticipación que envía la Nación tan desigual para San Luis y las provincias, y que no cumple su finalidad porque la destinan a obras públicas no pedidas ni sentidas por la gente; porque es posible y necesaria la autodeterminación del desarrollo provincial con lo que producen los trabajadores de San Luis que no esté asentado solamente en la alta tecnología agropecuaria propiedad también de gobernantes y funcionarios, sino que hace rato hubiera debido de incursionar en los sectores industrial y de servicios propios, pero asegurando el retorno de la riqueza producida en una justa distribución del ingreso… para todos los sanluiseños.

El gobierno provincial ha perdido confianza y credibilidad. No ha respondido a las necesidades, demandas y problemáticas requeridas por la población, a las expectativas creadas por él mismo que no cumple sus promesas y que no confía en la gente. Ahora es imperiosa la participación plural y protagónica de las clases populares y medias para exigir un buen gobierno, con o sin Peronismo, pero sin conservadurismo también.

Los sindicatos, por su parte, siguen vergonzosamente mudos, por lo que insistiremos en un Sindicato Solidario, de rubro universal, para defender a los trabajadores –también a los mal considerados de “segunda” como los del Plan de Inclusión- dada la inoperancia de la CGT y de algunos gremios ante los soberbios desplantes de los funcionarios provinciales en las paritarias del sector público y la ausencia mediadora del Gobierno en el privado.

Necesitamos romper el centralismo puntano e ideológico de una provincia supuestamente bien administrada. Si fuese verdad, habría una Economía Integral donde no faltaría el trabajo, las viviendas y el Estado Provincial intervendría en precios, tarifas e impuestos que nos perjudican. Si existió esa política peronista alguna vez, ese San Luis progresista que decide por sí mismo, quedó en el remoto pasado de los más viejos y en el presente sin pasado que se ofrece a los jóvenes.

Si en San Luis el Peronismo ha perdido los objetivos de Justicia Social deformados por la burocracia política, para recuperar ese contenido, el Peronismo o cualquier otro Movimiento que lo contenga –o sus ideas más innovadoras, no las anacrónicas- tendrá que asumir que recuperar la confianza popular implica generar trabajo y participación; pero de toda la población, el Peronismo solo no alcanza ni corresponde.

¿Es posible responder a las demandas de los trabajadores de planes sociales, asalariados, comerciantes, productores y jubilados? ¿Qué hacemos con la Inflación, el aumento de precios y de tarifas, de los alquileres, la falta de viviendas, impuestos inconsultos, carencia de equipamiento, mantenimiento y recursos humanos para salud y educación si el Estado Provincial no se involucra? ¿Qué hacemos con la falta de trabajo genuino y sustentable? Ni siquiera se adhieren al sistema de cooperativas de Nación o sus planes sociales. ¿Hasta cuándo servicios públicos cada vez más tercerizados en manos privadas, cuando hay miles de sanluiseños sin trabajo? Si no es posible, entonces los que gobiernan la provincia no son ni populares, ni progresistas, ni peronistas.

No obstante, no hay que extrañarse si el Peronismo -como el Pueblo- “siempre vuelve” por otros caminos y con otros nombres, aunque sea difícil a corto plazo.

Vemos un Gobierno de la provincia que ya no es peronista; vemos una política socialdemócrata, similar a la radical-conservadora y liberal que proponen los nuevos “lomos negros” de la oposición y a no engañarse, que comparten la misma orilla. ¿Qué diferencia puede haber si éstos hablan públicamente de ajuste, de combatir al “populismo”, y el oficialismo provincial lo hace solapadamente mirando a un costado al no generar trabajo, ni viviendas, ni acceso a planes sociales? Entonces, si todavía son viables las ideas del peronismo –al igual en otra época las del radicalismo- nos preguntamos por qué han traicionado las aspiraciones populares. Porque no se ven políticas acorde a los tiempos que corren y merece San Luis, y porque es dramática la situación donde el engaño y la politiquería sustituye a la Justicia Social, de resultas que es una gran pena y perjuicio haber vivido y tenido la oportunidad de gobernar con todos sin hacer el mayor bien posible. Cuando se pierde la confianza del Pueblo, no es de extrañarse que no le importe quien gobierne, lo importante que lo haga bien. Es una cuestión de supervivencia.

Necesitamos salir de la asfixia, del encierro y del limbo sin opciones para una política seria y responsable, amplia y razonable; necesitamos de un sentido, una razón y un entusiasmo con hechos –no proyectos ni promesas- visibilizando y controlando las decisiones de los gobernantes. Algo por lo cual creer, confiar y trabajar.

“Nadie es inocente, cuando somos responsables de nuestros semejantes” Martin Luther King.

 

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