Jueves, 31 Octubre 2024

Declaración de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Publicado el Lunes, 07 Marzo 2022 10:39 Escrito por

Declaración de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito – Regional San Luis, Villa Mercedes, Merlo y Traslasierras
8 de marzo de 2022

La historia de la lucha feminista que nos convoca una vez más este 8 de marzo viene de las 129 mujeres obreras que declararon huelga y fueron quemadas en Cotton, Chicago en el año 1908. Tiene base en la huelga de vientres de las mujeres rusas en 1911 y en los congresos de las socialistas que impulsaban demandas para acceder a nuestros derechos universales, Surge también de las estrategias y del activismo de las sufragistas que demandaban el derecho a votar desde Londres hasta nuestras pioneras argentinas. Viene de la resistencia y la denuncia de las desaparecidas durante las dictaduras y también durante las democracias de toda Latinoamérica.

No es un día para celebrar, no es un día para utilizar. Es un día caro para la mitad del mundo.
Por eso el #8M paramos y nos movilizamos.

Paramos en contra de la explotación patronal y las múltiples violencias institucionales que sufrimos contempladas en la ley 26.485 que sigue sin leerse ni aplicarse.
Paramos en contra de las violaciones sexuales como prácticas de dominación correctivas del machismo, que no son casos aislados sino acciones típicas del patriarcado.
Paramos para exigir nuestros derechos sexuales reproductivos y no reproductivos, para poder decidir sin barreras sobre nuestras cuerpas y proyectos de vida, por eso exigimos efectivo acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo hasta la semana 14 y luego de ese período que se realice la práctica contemplando las causales, si es que el embarazo fue causado por abuso sexual o pone en riesgo la salud integral. Es hora que los Estados se ocupen de brindar información pública y accesible para toda la población sobre donde requerir un aborto y cómo será el procedimiento. Basta de dilaciones.
Paramos y repudiamos la persecución a profesionales de la salud, porque garantizar derechos no puede ser un delito.
Paramos y decimos BASTA! las niñas no son madres! abusarlas, embarazarlas, obligarlas a gestar y a parir es tortura.
Paramos para que nunca más una mujer sea criminalizada por su decisión de abortar o por cualquier hecho obstétrico.
Paramos para que la ley de Educación Sexual Integral sea un hecho y no un anhelo eterno, las y los estudiantes tienen derecho a una vida libre de violencias, discriminación y con oportunidades.
Paramos para que se provean, sin obstáculos, anticonceptivos en todos los espacios de salud, se brinde la información necesaria y las personas puedan elegir según sus preferencias y condiciones.
Paramos para que la mal llamada “objeción de conciencia” no ponga en riesgo a nadie más y se pueda acceder al aborto con atención de calidad, con escucha y transparencia activa.

El mundo se mueve por nosotras o como nos dicen, “nosotras movemos el mundo”, y esto se hace con el esfuerzo de nuestras vidas enteras. Nadie se conmueve ante nuestro dolor y nuestra rabia cuando nos secuestran, nos violan, nos matan, nos descuartizan y nos tiran en bolsas de basura. Somos el motor de la historia porque nuestro trabajo remunerado y no remunerado hace girar los engranajes del sistema capitalista y ese esfuerzo acumulado se lo apropia el 10% más poderoso del mundo. Solo nos devuelve en migajas, desigualdad, salarios bajos y falta de oportunidades siempre sometidas en las metáforas del techo de cristal y el piso pegajoso.

También paramos porque vemos cada día cómo los gobiernos de turno copian nuestras acciones, se apropian de nuestras consignas y las despojan de su contenido crítico y emancipador para convertirlas en meros discursos. Vemos a sus funcionarias y funcionarios, que siempre han estado apartados/as del movimiento de mujeres y feminista, aprovechar la visibilidad de nuestro trabajo para acceder a los espacios de poder y desde ahí ofrecer “lecciones de feminismo” desde las redes sociales. Por eso afirmamos que los movimientos feministas y el estado también son asunto separado, como debería de serlo la Iglesia y el Estado.
En este sentido, creemos que la Ley Micaela no puede reducirse a charlas enlatadas que oscilan entre la perspectiva de géneros, la autoayuda y el emprendedurismo meritocrático mientras que los valores que postulan nada tienen que ver con las consignas de los feminismos populares. Los gobiernos deben aprender que los feminismos son espacios de lucha política que aportan a la elaboración de políticas públicas y saberes destinados a cerrar la brecha de desigualdad y a erradicar las múltiples violencias machistas. No somos sus enemigos, no necesitan traer a gente de otro lado solo para tratar de ningunearnos.
Sus prácticas patriarcales intentan desplazar a las organizaciones sociales del espacio público pero la historia demuestra que la fuerza de nuestros movimientos radica en la presencia en las calles, como en otras tantas estrategias de cabildeo, comunicación y construcción de alianzas locales, nacionales, latinoamericanas e internacionalistas que nos llevaron a obtener varios triunfos.

Desde esta Regional seguiremos construyendo un activismo feminista, federal, interseccional, intergeneracional y transversal para que esta ley de aborto voluntario se implemente, para que no quede ni una barrera en pie y para que vivamos nuestras vidas libres de toda violencia, desendeudadas y sin persecuciones a nuestras/es/os activistas.

#SeguimosEnCampaña
#EstamosHaciendoHistoria

Educación Sexual para decidir
Anticonceptivos para no abortar
Aborto Legal para no morir

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