“El justo por la fe vivirá”, porque la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe, ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios, ni es el resultado de sus obras, para que nadie se vanaglorie. Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve. Gracias a ella, nuestros antepasados fueron reconocidos y aprobados. ¿Por qué ustedes tienen muy poca fe?, porque si tuvieran fe como un grano de mostaza, le dirían a un monte: “Quítate de allí y vete a otro lugar, el monte les obedecería”. Si tuviesen fe ¡Nada sería imposible para ustedes!
Confía en Dios de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y Él enderezará tus pasos.
Si Dios lo dice ¡Así es!