El candidato hizo hincapié en la importancia de que los trabajadores tengan derechos fundamentales, como indemnización y vacaciones pagadas, y abogó por reducir los impuestos sobre sus salarios. Advirtió sobre la posibilidad de que, en ausencia de estas protecciones, los trabajadores queden abandonados sin apoyo.
Massa también criticó el préstamo que el Gobierno de Mauricio Macri tomó del Fondo Monetario Internacional (FMI), calificándolo como el "peor cepo" para Argentina. Hizo hincapié en que el FMI actúa como un supervisor que examina las cuentas del Estado y las provincias, y que intenta influir en asuntos como la inversión pública, el gasto en desarrollo humano y las políticas jubilatorias y de asignaciones sociales.
El candidato se reunió con gobernadores de todo el país, incluyendo a Alberto Rodríguez Saá, en Tucumán. Durante la reunión, abordaron temas relacionados con la economía y la planificación nacional. Massa enfatizó la importancia de que los argentinos decidan la agenda de inversión del país y destacó la necesidad de un pacto federal que otorgue más recursos a las provincias y reduzca su dependencia del gobierno central.
También se pronunció en contra de la dolarización y afirmó que Argentina debe enfocarse en el desarrollo, la inclusión y el fortalecimiento del trabajo, la salud y la educación públicos. Abogó por asumir la responsabilidad de los errores pasados y trabajar hacia un país de progreso y desarrollo que no dependa de soluciones externas.
Concluyó su discurso reafirmando su creencia en un país donde los trabajadores y la producción sean motores de crecimiento y donde prevalezcan los valores de trabajo y educación pública. Destacó que Argentina no debe basarse en la especulación financiera y que la soberanía del país debe ser protegida en todo momento.