"Es una alegría enorme apoyar el arte argentino a través de la obra de Chaile, artista con gran proyección internacional que reivindica la cultura y la tradición indígena de América Latina", dijo el empresario Eduardo Costantini sobre esta inversión, hecha en el marco de una bienal histórica, tras el parate por la pandemia.
Desde Venecia, Costantini destacó "la oportunidad de preservar unidas las cinco obras que Chaile (Tucumán, 1985) concibió para esta Bienal de Venecia", cinco esculturas monumentales pensadas como un retrato familiar enfocado en sus ancestros, "un homenaje a su historia personal y una reivindicación a la cultura popular en la que se formó".
De esta manera, la obra de Chaile pasa a formar parte de uno de los acervos más prósperos, mejor valuados y actuales de la región. Fue la propia Cecilia Alemani, curadora de la Bienal, quien propuso al joven tucumano, convirtiéndolo en el único argentino en participar de la muestra central que se desplegará desde el viernes en los Giardini y el Arsenale de Venecia.
Además de Chaile y Mónica Heller, autora del envío argentino a la Bienal, la obra de otros cuatro nacionales podrá verse por primera vez en el Pabellón de Camerún: se trata de una propuesta que incluirá obras digitales de Julio Le Parc, Gyula Kosice, Miguel Ángel Vidal y Alberto Echegaray Guevara, seleccionados entre más de 500 creadores de todo el mundo.
Costantini, en expansión
El coleccionista realizó esta compra a menos de seis meses de haberse hecho con el cuadro "Diego y yo", pintado por Frida Kahlo en 1949, uno de los últimos y más importantes autorretratos de la artista mexicana, en una subasta de Sotheby's que los convirtió en la obra de arte más cara del mundo. Pagó 34.883.000 dólares por esa pieza.
Dos meses antes, en agosto de 2021 y a contramano de la retracción que había sufrido el mercado del arte durante la pandemia, Costantini anunciaba que había invertido 25 millones de dólares en la ampliación de su acervo coleccionista con la compra de 21 obras en el plazo de un año. Entre esas adquisiciones destacaba "Armonía (Autorretrato sugerente)", de otra mexicana, Remedios Varo, surrealista contemporánea de Carrington, comprada en 2020 por una cifra récord para la artista, 6,18 millones de dólares, y cedida por el coleccionista Costantini para esta esperada edición de la Bienal de Venecia. La obra pintada en 1956 había sido exhibida por última vez recién en 1986.