Miércoles, 08 Mayo 2024
Lux Raptor, con su set solista. Nos propone un sonido de  "minimal synth-pop".
Ella es una artísta de Bs. As. que también participa como tecladista en Barbi Recanati y Pyramides.
La apertura cuenta con la presentación de Irasoqui con su estilo synth wave progresivo.
Luego del toque musicaliza un Dj de nombre  "Genneva autoproyect" ...
Lugar:
Subsuelo de Hipólito Bar,  (Marconi y Las Heras).
2657-649901
!Hagan sus reservas, capacidad limitada!

Publicado el Lunes, 11 Abril 2022 21:06 Escrito por

Molotov está de regreso con “No olvidamos”, el primer sencillo de una nueva producción discográfica, en el que hace un repaso a los ocho sexenios presidenciales más recientes de México.

Tan directo como en sus inicios, el grupo liderado por Tito Fuentes dedica algunos versos para cuestionar el trabajo de cada presidente mexicano desde Luis Echeverría, hasta Andrés Manuel López Obrador y repite en el estribillo:

Que levante la mano si alguien de estos te ha ayudado, no olvidamos, aquí se lo recordamos”.

Molotov_No olvidamos_cover

La canción se estrenó con su respectivo videoclip; un gran trabajo de de animación que recuerda a la caricatura periodística que, a través del humor y la ironía, señala problemas sociales especialmente acarreados por la clase política.

“No Olvidamos” fue escrita por Molotov y contó con el trabajo de Ross Robinson, productor estadounidense que ha trabajado al lado de bandas como Korn, Limp Bizkit, The Cure y Slipknot y ya está disponible en todas las plataformas de streaming.

Molotov continúa trabajando en lo que será su séptimo álbum de estudio, a la par que continuará lanzando música y comenzará una nueva gira a través de Europa, Estados Unidos y México, además de fungir como teloneros en algunos de los conciertos de Guns N’ Roses.

 

 

Publicado el Sábado, 09 Abril 2022 21:07 Escrito por

La fusión de estilos junto a la denuncia social que demostró que el punk es mucho más que un simple género musical.

Definir a la banda creadora del punk es una compleja tarea que tiene múltiples respuestas y la mayoría son correctas. Pero cuando se trata de señalar al grupo que llevó este género a su punto más alto la mayoría de los caminos llevan a un mismo sendero: The Clash. Su mayor aportación fue abrir la mente para mostrar que la música acelerada se puede combinar con otros estilos sin perder su esencia.

En ese tenor, a mediados de los setenta Inglaterra se vio inmersa en un momento turbulento y contradictorio. De forma histórica se trata de un territorio que ha dominado y sometido a otros; en parte ha sido el secreto de su riqueza. Aunque después de siglos de vivir en la opulencia llegó una de las mayores crisis económicas en la historia de la isla.

La inconformidad y una elevada tasa de desempleo causó el enojo de la juventud. La banda sonora de este movimiento llegó desde el otro lado del mundo con los Ramones y The Stooges como embajadores de un nuevo estilo que muchos vislumbraban como una moda pasajera pero no fue así. Pasan los años y el punk se mantiene activo en algunos aspectos aunque también ha caído en otros.

La respuesta inglesa a esta rabiosa forma de expresión llegó a través de los Sex Pistols. Las letras de sus canciones causaron ámpula en todos los sectores aunque al final la música era plana y predecible. La mayor aportación fue demostrar que no era necesario ser un virtuoso ni tener un dominio de los instrumentos para subirse a un escenario.

The only band that matters

Con esto en mente es que adquiere mayor valor lo hecho por The Clash durante la década en que el cuarteto estuvo en activo. Desde el principio todos los integrantes estuvieron de acuerdo en incorporar otros estilos que en ese momento parecían ajenos al rock. Hoy la fusión sonora es algo habitual como se puede apreciar en la mayoría de los festivales pero hace algunas décadas eran muy pocos los que se aventuraban a este tipo de experimentos.

El primer resultado de esta orgia musical llegó a las tiendas de discos el 8 de abril de 1977. Las expectativas de la prensa eran mínimas porque tan solo se trataba de otra banda de jóvenes con pantalones de mezclilla. Pero todo cambió en cuanto se le dio atención a las 14 canciones del material. Tanto críticos como fanáticos alabaron el resultado y quedó claro que esto era mucho más que punk.


El cuarteto capitaneado por Joe Strummer y Mick Jones se enfocó en ampliar sus horizontes y abrir sus oídos. De tal forma, el brebaje conseguido contiene fuertes dosis de reggae, dub, funk, ska y rockabilly. El primer sencillo que se desprendió del LP fue “White Riot”, un fuerte torpedo que se impacta de lleno con los oídos y no muestra grandes diferencias con lo hecho por muchas de las bandas del momento. Los gritos y la energía que emana el tema está emparentada con los Buzzcocks, por ejemplo.

Las calles como influencia para componer los nuevos himnos de la juventud

Al escuchar el resto del disco es cuando llegan las sorpresas. No solo se trata de la mezcolanza de sonidos en donde todos se combinan sin perder protagonismo. También destacan las poderosas letras de las canciones que de verdad transmiten mensajes y no se quedan en frases cortas repetidas ad infitinum. Además la mayoría se enfocan en problemas reales de la juventud de la época y con los cuales era muy sencillo sentirse identificado.

Por una parte, “Career Opportunities" resume en dos minutos el sentir de la generación que vivió los setenta. Detrás del fantasma del ska que se hace presente también se menciona la frustración de los jóvenes por la falta de oportunidades laborales. Por eso es una canción que era vigente en 1977 pero también en la actualidad.

ientras que “Remote Control” es una crítica hacia los políticos y las compañías discográficas. Ambos tienen un fuerte poder en todo su entorno y pueden elegir a distancia lo que consideran correcto e inapropiado. Todo esto fue previo al dominio de internet y el nuevo impacto para bien y mal que han traído las redes sociales.

Pocas veces se puede apreciar un estilo tan bien definido desde el comienzo de una banda. Con The Clash así ocurrió y su debut apenas fue una muestra mínima de todo lo que estaba por venir. Además es el ejemplo más claro de que el punk es mucho más que un género musical sino que se trata de una forma de encarar la vida.

Publicado el Sábado, 09 Abril 2022 20:38 Escrito por

La música sacó su esperado disco Mojigata. Abiertamente lesbiana y feminista, puso patas para arriba el mundo tradicionalmente masculino del rock. En junio, lo presentará en el Luna Park. 

No existe lesbiana fanática de la música que no conozca – e incluso hasta cierto punto venere – a Marilina Bertoldi. Esto no es un mero indicativo de una moda musical ni de aquello que suena en la radio; da cuenta de una larga trayectoria de parte de una artista versátil pero consistente, con un sonido único y rockero como pocos. Da cuenta de una artista que siempre levantó las mismas banderas.

Cuando hable con Presentes, Marilina nos contará que a ella no le costó salir del clóset públicamente. Ni siquiera lo decidió: simplemente sintió que estaba bien decirlo. Así fue como, a través de un acto casi instintivo, se convirtió en un ícono, un faro de representatividad en el medio del mundo masculino, cis y heterosexual del rock.

Basta con verla en un escenario, luciendo trajes y anteojos de sol, moviendo las caderas casi como Elvis mientras toca su guitarra eléctrica para entender que no solo pertenece a ese mundo, sino que ella, una mujer abiertamente lesbiana, hoy es la viva imagen del rock, y un personaje crucial en la escena musical actual.

Después de su último y muy exitoso disco Prender un Fuego, por el que ganó el Gardel de Oro en 2019 – y se convirtió así en la segunda mujer y primera lesbiana en recibir el galardón – Marilina lanzó Mojigata. Si Prender un Fuego era una explosión de energía hacia el afuera, Mojigata nos invita a conmovernos y excitarnos en un viaje hacia adentro.

Marilina Bertoldi presentará su disco en el Luna Park. | Foto: Victoria Del Sel

-¿Cómo describirías tu último disco, Mojigata?

-Todos los artistas ahora tienen entre 15 y 25 años, entonces la música se volvió muy viciosa de un discurso sobre cómo es el amor, cómo es el sexo, la salida a la joda, los problemas, de parte de niños. Siento que este disco habla desde un lugar de una adulta joven. Es una mujer hablando, no soy una niña que está haciéndose la pendeja. Y eso, para empezar, es algo que yo quería tener en el siguiente disco, algo que no podía no pasar. Lo mismo con el concepto de mojigata y la foto; sentía que tenía que tener otra cosa, otro aire. Las letras son de mis letras favoritas que hice hasta ahora. Siento que realmente es un calco de una época, de un momento y de problemáticas que realmente me pasan. La compuse y lo produce todo en pandemia. En este caso yo era la persona adecuada para producirlo, porque tenía ciertos requerimientos muy específicos tema a tema; solo yo entendía cómo tenía que sonar. Este disco es hasta ahora mi favorito. El proceso de hacerlo fue el más sano, siento que no estuve limitada por nadie. Así que todo lo que se escucha ahí es solo una decisión mía y muy consciente. La verdad es que estoy muy contenta.

– ¿Cómo te parece que encaja con el resto de tu trayectoria?

-Es distinto, aunque está dentro de cierta estética que manejo y cierto color que es mío. Es la primera vez que hago un disco de rock conscientemente diciendo “voy a hacer un disco de rock”. Antes componía y a veces me salía un tema medio rockero y cada tanto uno medio popero. Esta vez quise hacer un disco clásico de rock. ¿Qué es clásico para mí? Fui a mis referencias, que son más de los noventa, y las mujeres de los noventa, sobre todo. Hay mucha influencia de Sheryl Crow, de Fiona Apple -hay un tema que es una referencia calcada de ella-, de Beck también tengo un poco. Esos noventa de esa gente que no era la main. Eran conocidos obviamente, pero eran más los outsiders dentro de esa época, los que no eran los cool. No eran Nirvana.

-Es un poco lo que te pasó a vos. Vos venís de algo más under y con Prender un Fuego accediste a un ambiente más mainstream. ¿Sentís que te cambió la forma de hacer o pensar la música?

-Por suerte no, mejor. ¿Sabés por qué? Porque fue gradual. No es que un día aparecí, subí un video y de repente estaba tocando frente a 20.000 personas. Todo tuvo una lógica y fue súper orgánico en cómo fue creciendo paso a paso. De todos modos, lo que siempre sorprende es la atención de la gente hacia lo que uno hace. Hasta que no lo sacás no sabés si realmente te van a seguir bancando con eso. Yo nunca voy a hacer nada para mantener al público. No lo quiero retener, quiero que la gente escuche si le gusta y fin. La prioridad es que me guste a mí. Y sigue pasando, me sigue gustando a mí y viene la gente a verme y yo no lo puedo creer.

– ¿Cómo surgió la idea de los videos de “Amuleto” y “La Cena”, y de las colaboraciones con Javiera Mena y María Riot?

-Javiera es la única que participa en el disco, en el tema “Amuleto”. Cuando empecé a pensar junto a Miche, que es quien dirigió el video de “Amuleto”, qué queríamos mostrar en “La Cena” se nos había ocurrido hacerlo en el campo porque yo soy de ahí. Empezamos a hablar de que tenía que tener una pareja ahí, y yo le dije “María Riot es perfecta”. Tengo amor absoluto por María. Hacía rato que quería hacer algo con ella, pero no sabía bien qué. Di con ella en el auge del feminismo, entrando en esta nueva ola que habrá sido hace seis años. La había escuchado de casualidad en la radio y me flasheó porque nunca había escuchado la perspectiva de una trabajadora sexual. Además, me parecía una artista increíble y súper completa, un ícono. Por suerte se copó a venir porque no está viviendo acá, está viviendo en España.

-Los videos tienen contenido sexual hecho por lesbianas para lesbianas. ¿Cómo trabajaron para alejarse de la mirada más fetichista, la que va dirigida a los hombres que les excita ver dos mujeres?

-Siempre fue ese el miedo, el de caer en ese cliché. Básicamente, con Miche nos sentamos y dijimos “¿qué nos gustaría ver a nosotras?” En “La Cena”, lo primero que nos planteamos fue “no seamos tan binarias». Que la que es más chonguito haga cosas que no son tan de chonguito.” Y después dijimos, “¿por qué no hay que ser binarias con esto? Hagámoslo, si esto ni siquiera estuvo representado de otro modo”. La vuelta de rosca de parte del lesbianismo es que el rol de María no es de pasiva ni de una mina que no tiene fuerza. Ella es la que está con un arma y la que en realidad dispara y me enseña a disparar. Es una mujer que se vale por sí misma, no es indefensa.

-Se nota que son dos mujeres que ya son lesbianas, que se ven y se gustan. No es que gustarse es parte de un problema, como pasa mucho en ciertas narrativas.

-Eso es algo que también queríamos esquivar, esta cosa de que siempre tenemos que estar mostrándonos como que a pesar del mundo. Acá estamos en el medio del campo porque no queremos que nos rompan las pelotas y queremos hacer nuestra vida, fin. No hay nadie más. Después todo el resto se desenvuelve súper naturalmente.

– ¿Cómo te preparás para la presentación de Mojigata en el Luna Park?

-Me emociona un montón. Va a haber un pogo súper lesbiano. Me hizo falta el vivo durante la pandemia. Faltaba la gente saltando, faltaba eso que tiene el rock. Poder tomarte una birra, fumarte un pucho, venir vestido como quieras porque vas a chivar; sentirte en casa. Lo que tienen mis pogos es que son mayoría mujeres, entonces de repente están en tetas. Es fantástico, se sienten muy seguras. ¿Qué mejor que eso? Sentirte segura en un lugar así y además estar cantando con pibas.

– ¿Cómo encarás el salir al escenario? Hay algo de pose y de personaje al tocar en vivo.

-Yo me enojo antes de salir a tocar. Me agarra como si saliera un toro. Voy a las piñas porque siento que es la energía que requiere estar ahí cantando esas canciones en este momento frente a ese público. No sos vos, es como un paréntesis en tu vida donde vos sos esta otra persona en la que podés depositar un montón de cosas que sos pero potenciarlas un montón. Yo soy como mi heroína en el escenario y es ese personaje donde soy todo lo que desearía ser todos los días. Soy una villana porque también si hay algo que deseo es ser una persona mucho más confrontativa con la gente que es una porquería.

-Javiera Mena dice que ser lesbiana es una forma de activismo. ¿Estás de acuerdo? Ser abiertamente lesbiana y hacer música, ¿es hacer activismo?

-En esta época, inevitablemente sí. Decirlo es ya una cuestión súper política y ocupando ciertos espacios más que nunca. Yo miro a mi alrededor y la verdad es que soy la única en el espacio que yo ocupo. Y no solo que lo ocupo como lesbiana sino también como mujer. La falta de diversidad es absoluta. Venimos de épocas de luchar por tanta representatividad y visibilidad en todos los sentidos, todo lo que no sea lo que venimos viendo siempre que son hombres heterosexuales, cis. Al final, terminamos en una época en la que sí hay más mujeres que antes, definitivamente, pero lo único que logramos es que los hombres heterosexuales cis cambien un poco. De repente, ellos son lo queer ahora, porque ahora se pintan las uñas. Es sorpresivo. Me parece bien igual porque creo que si hay algo que le va a hacer bien a la humanidad es que los hombres heterosexuales empiecen a soltar esas presiones que tienen de ser esta estructura sólida, rígida que no tiene ningún tipo de sensibilidad. Que la feminidad no es una mala palabra y que es algo que también les pertenece. Eso me parece que es una victoria. Pero al final las victorias son siempre más de ellos que nuestras incluso cuando son nuestras luchas, con nuestros cuerpos o nuestras vidas. Es gracioso; es una risa-llanto.

Marilina Bertoldi presentará Mojigata el 19 de junio en el Luna Park. Las entradas para el show ya están disponibles aquí para su compra.  

Acá podés escuchar el disco completo.

Publicado el Sábado, 09 Abril 2022 18:54 Escrito por
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Calle Angosta | Periódico Digital. Publicación digital con artículos de interés en diversas temáticas, con selección de textos, imágenes, audios y vídeos.

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