El Estado nacional ha decidido llevar a cabo un nuevo recorte en el ámbito de Desarrollo Social, esta vez cerrando Centros de Referencia (CDR) bajo la premisa de que funcionan como "cajas de la política". Según el comunicado oficial, estos centros son considerados "refugios de ñoquis del Estado" y "aguantaderos de militantes", y su clausura se justifica en un supuesto ahorro de 5.000 millones de pesos anuales para la Administración Nacional.
Esta decisión ha generado incertidumbre y temor entre los ciudadanos, ya que los CDR suelen desempeñar un papel crucial en la atención de necesidades sociales y la asistencia a sectores vulnerables de la población. El cierre de estos centros podría dejar desamparadas a muchas personas que dependen de ellos para acceder a servicios básicos y programas de ayuda.
Ante esta situación, se espera que surjan debates y acciones por parte de organizaciones sociales y políticas, así como críticas hacia la medida por parte de sectores que consideran que el recorte afectará negativamente a quienes más lo necesitan.
En San Luis, esta medida ha generado especial preocupación, ya que muchos ciudadanos dependen de los servicios y programas ofrecidos por los Centros de Referencia para satisfacer sus necesidades más básicas. La incertidumbre respecto al futuro de estas instituciones se suma a un panorama ya complicado debido a la situación económica y social del país.